Versos prendidos con pinzas
El corverano Berto García edita su sexto libro, “Tendal”, compuesto por veinte poemas inspirados en el peculiar universo de los tendederos de ropa
Las Vegas, Illán GARCÍA
Berto García entiende que los tendederos guardan un “pequeño universo temático que relata lo habitual, lo familiar, cosas a las que apenas se le da importancia”. Ese “mundo” donde se cuelga la ropa y que está prendico con pinzas se ha trasladado a un libro titulado “Tendal” (Suburbia Ediciones, 2013), en el que Berto García repasa a través de veinte palabras vinculadas con el utensilio para tender la ropa una serie de sensaciones que incitan al movimiento, a la fuerza de las pinzas sobre las cuerdas, a la luz necesaria para secar la ropa y a la ventana, “que abre las puertas a la realidad que está en la calle”. “Tendal” es el sexto libro en asturiano de este escritor corverano y reúne veinte reflexiones en forma de poesía.
“Los poemas fueron escritos desde abril a mayo de 2006 y estaban guardados en cajones o en perchas de algún armario y ahora cuelgan en este tendal para después oler a limpio”, describe el escritor corverano.
Esas veinte palabras son objetos como “Ruedes” y “Alambre”, herramientas como “Pinces” o “Manes”, verbos y sensaciones como “Altor” y “Tiempu”. Uno de esos poemas está dedicado a la “ropa”, un
asunto principal a la hora de tender, y se titula “Col pasul’l tiempu”. “La ropa es una parte muy importante de nosotros, es lo que nos cubre”, indica el autor, que ve en su escrito dedicado a las “Manes”, otro poema llamado “P’afuxir d’esti silenciu”, un movimiento para salvar cada palabra y cada pensamiento. Este “Tendal” en papel relata “la verdad de una familia, su pequeño universo; es como si miras a un tendedero y ves una toalla de Ensidesa, resulta sugerente”. “¿Qué tiene de malo un tendal si la ropa se airea en él y además está limpia?”, se pregunta el autor corverano.
Algunos poemas extraídos de “Tendal”
“Lluz”
“Después de cayer”
Y dime: qué pasa
si cuando llegue
la hora d’escoyer
quién soi nel presente
nun voi fuxir
nin escondeme
nun voi pidir
permisu nin ayuda
namás vio llevantame
cola dignidá que-y queda
a cada home
depués de cayer.
“Agua”
“Cristales de silenciu”
Tendríen que llover
cristales de silenciu
nes tiestes roceanes
al entendimientu.