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Lo justo y necesario por Vanessa Gutiérrez

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Título: La otra hija
Autora: Sofía Castañón
Editorial: Suburbia Ediciones
Año: 2013
Páginas: 60
Precio: 10 euros

Lo justo y necesario

Vanessa Gutiérrez

Dialoga. Lo hace con Eliot y con Fernando Sanmartín; también con Ada Salas, Louise Glück, Reina María Rodríguez, Ana Rosseti, Anne Crowe y Pablo Antón Marín Estrada. Pero no sólo. Habla como hija, esa otra que pudo ser y tal vez como la que es, pensando en lo que el otro piensa. O en ese supuesto se pone. Pero, además, confiesa lo que ella misma piensa aunque no siempre lo diga. Juego de voces que se superponen en una sola, como la que ha leído mucho y vivido lo suficiente, Sofía Castañón (Xixón, 1983) estrena la nueva colección de poesía con que Suburbia Ediciones abre sus publicaciones a la literatura en castellano con una obra contenida: descarnada desde la madurez, es decir, con las palabras justas y necesarias. Sin desgarros y sin indolencia. Habla con la voz firme y perfectamente reconocible. Y eso no es poco. Ni mucho menos.

 LA OTRA HIJA

Papá, nadie como yo

para nacer y justificarte el mundo.

Ya no te ahogarás en los largos de la piscina,

la vida será un paseo en el que la pequeña

corre de papelera en papelera

por todo el muro.

Te inventarás cuentos, harás míos

a los Beatles, Oldfield, el mar.

Acaba de llegarte un puzzle

y aunque no ves la imagen última

sabes que al ordenarlo será muy

muy hermoso.

Pasará el tiempo y tu escuela,

llegarán ellos tan anónimos

y pensaremos parecido, pero ya no lo mismo

y creerás que valgo mucho más

de lo que todos los días verás que valgo.

Reseña aparecida en el diario El Comercio

Poemarios, Sofía Castañón

Suburbia Ediciones publica La otra hija de Sofía Castañón

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La hija que hemos sido, la que hemos querido ser, la que soñaron nuestros padres, la que se
reinventa día a día: todas son esa otra hija que da título a este libro tierno y doloroso. Unas veces es
la mirada oblicua del hermano; otras, la quietud desafiante de una fotografía; y a menudo conviven
en un mismo verso la confesión de una falta y el orgullo por el saber adquirido al cometerla.
En La otra hija cabe la experimentación formal, pero no la frivolidad temática ni sentimental.
Cada poema surge de un fragmento de cotidianidad (un cuadro, un eslogan publicitario, un vaso
roto sobre el suelo de la cocina), y en cada poema lo cotidiano duele como una buena historia.
La otra hija evoca la protección de las mujeres épicas (Electra, Penélope, Hestia) y sobre ellas
construye un universo cotidiano poblado por las heridas de la infancia y los anhelos de la madurez,
muy a menudo aplazados, pero nunca del todo abandonados.